miércoles, 3 de julio de 2019

Ha venido


Camina buscando la sombra del porqué
con sus verdades pegadas al bolsillo 
balancea los brazos espantando sucias quimeras 
que nunca se acercan lo suficiente. 

Por la acera, sin riesgos, toda suya
el paso uniforme uno dos 
mira fijo a ningún sitio 
cuando aparta corajudo intrusos no deseados
olores de montes cálidos
turbias espumas del sur. 

Masculla voces siempre repetidas
se las traga
             las digiere
                    las vomita
                            las escupe 
poniendo a dios por testigo 
y a la patria por bandera 
           ―quién se atreve a pisarlas.

Dónde vas, alfonso doce
dónde vas, triste de ti.

Vengo del árbol quemado
del ayer piedra y cincel
esculpido monolito que alarga el índice al cielo 
revienta caprichosos recelos y
vende jingoísmo barato al precariado
con reclamos de involución.


No hay comentarios:

Publicar un comentario