viernes, 30 de enero de 2009

TENGO UNA PREGUNTA PARA USTED, SEÑOR ALCALDE


Realmente, tenemos más de una. Cada día que pasa la ciudad de Castellón y sus ciudadanos estamos más perplejos, se nos abren nuevos interrogantes y amanecemos con nuevas dudas. Si el señor alcalde se aviniera, nos gustaría que nos respondiera a alguna de estas preguntas:

En relación, por ejemplo, con la actualidad urbanística:

- ¿Considera realmente el señor alcalde que el PGOU de 2000 que ha anulado el Tribunal Supremo sigue vigente? ¿Es consciente de la inseguridad jurídica que revisten todos los actos administrativos de carácter urbanístico que se sustancien en tanto se tramita y se aprueba definitivamente el Plan?

- ¿Se ajustará el proyecto de PGOU que se exponga al público a las exigencias de zonas verdes que marca la Ley de Impacto Ambiental?

- ¿Continuarán las obras del trolebús a través del Parque Ribalta a pesar de que se efectúan en un tramo calificado como zona verde en el plan urbanístico anterior el cual es el que debe seguirse mientras no se apruebe otro?

Respecto a la famosa subida/congelación de impuestos:

- ¿Aceptará el señor alcalde devolver a los contribuyentes la diferencia entre la subida anunciada y la que realmente debería aplicarse para congelar los impuestos municipales?

Sobre cuestiones de buenas prácticas:

- ¿Cesará al señor vicealcalde y concejal de Urbanismo si queda patente que pagó a una empresa por gestionar la captación de subvenciones un año después de que éstas se hubieran recibido?

- ¿Para qué le sirve el concejal Soler, encargado de los asuntos europeos, si encarga estas gestiones a una empresa privada? ¿Solamente para hacer oposición a la oposición mediante artículos de prensa y posts vitriólicos?

- ¿Por qué el señor Moliner utiliza un Audi 6 municipal para acudir a actos de su partido por los pueblos de la provincia y no un coche de fabricación nacional particular?

En plan reivindicativo:

- Las obras del aeropuerto se iniciaron en el año 2001 y se dice que concluirán a finales de este año ¿Sabe el señor alcalde cuántas oportunidades está perdiendo la ciudad cada día que pasa sin tener operativo el aeropuerto de Castellón?

- No lo desea nadie, pero ¿acudiría al servicio de urgencias del Hospital General si en un momento intempestivo tuviera necesidad de ello?

miércoles, 28 de enero de 2009

EL 'CHEQUEALBERTO'


Los socialistas del Ayuntamiento le han puesto al alcalde en bandeja una oportunidad de oro para volver a dirigirse a los ciudadanos y continuar con su estrategia de acercamiento epistolar.

Hace poco envió 100 000 cartas anunciando la congelación de los impuestos municipales, congelación que, según entiende su concejal de Hacienda y él mismo, es subir sólo el IPC, para que 'la ciudad no pierda poder adquisitivo'. Extraño argumento éste, más si lo que se quiere subir es el 5,7%, cuando de todos es sabido que el IPC interanual del 2008 se ha quedado en el 1,4%.

Para hacer efectiva la sana intención del alcalde, en estos tiempos de crisis, el grupo municipal de la oposición socialista le ha sugerido que instituya el 'cheque fiscal' para compensar esta subida que ya está aprobada en presupuestos. Algo parecido al cheque de Zapatero, pero a nivel local y en dinerito contante y sonante.

Si se aviniera a ello tendría la oportunidad de enviar otras 100 000 cartas con su escrito explicativo, pero esta vez acompañado de un cheque que, según nuestros cálculos, ascendería a un promedio de 15,3 euros.

Cada castellonense ha pagado el año pasado por término medio 335 euros en conceptos de impuestos municipales. La subida que debería aplicarse de un 1,4% los llevaría a 339,7 euros, y si aplicamos la del 5,7% ascenderían a 355. La diferencia es la media del dinero a devolver que le proponen los socialistas. Un 'chequealberto' de 15,3 euros para que los castellonenses, que no la ciudad, no pierdan poder adquisitivo por la subida de los impuestos.

¿Quién se puede oponer a tal propuesta?

domingo, 25 de enero de 2009

PIES FRÍOS, CORAZÓN CALIENTE


Estas últimas semanas estamos asistiendo, cada vez con mayor deleite, a la serie de conferencias que bajo el título genérico de 'Literatura sobre la Guerra Civil' está ofreciendo el Ateneo de Castellón en el Aula Miguel Bellido de la Casa de la Cultura.

Los que conocen el quehacer de este círculo cultural no han de sorprenderse si les digo que tanto los temas sugeridos como los conferenciantes son de una calidad encomiable, que supera las ya altas expectativas. Igual ha de decirse del público asistente, bastante fiel, cuyo nivel cultural está, lógicamente, en consonancia con el interés que concita, lo que procura al invitado o invitada de turno un ambiente cálido y acogedor.

Ambiente 'cálido', decimos, en sentido anímico y literariamente hablando, porque allí nadie se quita el abrigo. El frío de este pequeño habitáculo del viejo y obsoleto caserón de la calle Maura se mete en el cuerpo por los pies y allí se queda.

La iluminación del local, los pocos enseres que lo revisten y, cómo no, el acceso o los servicios, están parejos a sus precarias condiciones climáticas. ¡Cuánto tiempo hace que allí no se invierte un euro!

No puedo dejar de evocar, cada vez que me siento en una de sus escasas butacas, los grandes y confortables megaespacios que conforman el Castellón Cultural, y pensar, con el corazón caliente, la falta que le hace a esta ciudad una verdadera política cultural que ponga en valor instituciones con tanta raigambre como nuestro histórico Ateneo.

sábado, 24 de enero de 2009

FABRA DIXIT


Por fin ha hablado. Alberto Fabra, alcalde de la ciudad y responsable directo de la situación actual del urbanismo en Castellón, tras muchos días de 'calculado' silencio ha comenzado a dar su versión sobre el más importante problema – lo quiera decir o no – que tienen en estos momentos los y las castellonenses, el equipo de gobierno municipal y el propio Partido Popular.

Esperábamos con interés e impaciencia su valoración sobre la anulación del PGOU, lo que daría la clave para vislumbrar el rumbo de las decisiones que deben tomarse de forma inmediata. Sin embargo, nuevamente nos ha defraudado, pues ha dado la peor de las versiones posibles: negar el problema y aplazar las decisiones.

Es de todos sabido, sin lugar a interpretaciones malintencionadas, que:
a) El Tribunal Supremo ha sentenciado que el PGOU de 2000 está invalidado, exigiendo una nueva exposición pública para poder ser aprobado.
b) Que la sentencia obliga desde el momento de su notificación.
c) Que el PGOU que deba aprobarse nuevamente estará sometido a la legislación actual aplicable.
d) Que los proyectos urbanísticos contemplados en dicho Plan no tienen actualmente cobertura jurídica.
e) Un recurso al Constitucional ni suspende la aplicación de la sentencia del Supremo ni mucho menos da cobertura jurídica alguna al Plan anulado.

Sin embargo el alcalde afirma que:
a) El Supremo no ha anulado el PGOU del 2000, que está vigente.
b) No hay que someter el proyecto a nuevos requerimientos legales (ley del Suelo, de Impacto Ambiental....), sino solamente hacer una nueva exposición.
c) Van a recurrir al Constitucional, lo que obligará a retrasar toda la tramitación.

Es necesario restablecer cuanto antes la normalidad jurídica, pero para ello resulta imprescindible asumir con responsabilidad la realidad, le guste o no, sin subterfugios, y actuar con inteligencia y altura de miras. Tampoco vendría mal un poco de humildad, permitiendo que las soluciones vengan compartidas por todos los grupos políticos y procediendo de cara a la ciudadanía, no de espaldas a ella.

Y cómo no, actuar con un escrupuloso respeto a la legalidad, no sea que nos aboque en un proceso de consecuencias aún más graves.

miércoles, 21 de enero de 2009

POR LA BOCA MUERE EL PEZ


Cada día resulta más fácil encontrar argumentos en esta apasionante tarea de comentar, en nuestra tertulia frente al mar, los dimes y diretes políticos del devenir cotidiano de la ciudad y aledaños. Los gobernantes – es un decir lo de gobernantes – del Ayuntamiento no saben qué hacer para clavarla todos los días bien clavada. Como si lo hicieran adrede.

El otro día fue el concejal delegado de Hacienda, señor Masip, que confesaba que no sabía cómo se calcula el IPC, pero a él no le importaba, porque lo reducía a poner y quitar pomelos y limones. Ayer mismo, queriendo enmendar su pifia, ha salido al ruedo el señor Pérez, concejal de Hacienda, conocido también por sus requerimientos judiciales para hacer efectivos ciertos pagos personales. Nuevamente sus declaraciones no han tenido desperdicio. Vamos, un filón para aquél que quiera hincar el diente.

Resulta que el Ayuntamiento de Valencia, a propósito de la crisis, ha enviado sus correspondientes cartas (parece consigna de estrategia electoral) a los contribuyentes diciendo que se han congelado los impuestos municipales, o sea, que no van a subir, o sea, que se va a pagar lo mismo. Y aquí lo de congelar impuestos significa, ya lo saben ustedes, subirlos un 5,7 %, o sea, un 4,3 % más que la subida del IPC de este año pasado.

Como las explicaciones de su compañero Masip fueron tan deplorables, viene Pérez para dejar las cosas en su sitio: Castellón congela y Valencia baja, y allá Rita y sus cuentas, que ella sabrá de dónde y cómo va a sacar el dinero. Por tanto, asegura muy serio y muy bien trajeado, el alcalde no sólo no miente en su carta, sino que la decisión de Castellón es “más franca y transparente”. Como pueden fácilmente deducir, esta afirmación es un dardo envenenado lanzado inconscientemente a sus homólogos de la capital del reino.

Mucho me temo que, al final, para dar carpetazo al asunto, saldrán con aquello de que la culpa la tiene Zapatero. Bien les vendría a nuestros concejales populares dedicarse a gestionar como es debido y mantener la boquita cerrada antes que decir tanto disparate.