miércoles, 3 de julio de 2019

Araño las horas

La noche
siempre     a  -  pla  -  za  -  da
llama a mi puerta
sin remedio.

Las horas errantes de este atardecer
castigado por el viento
cortejan mi sofá rinconero
con el maquillaje escurrido
mostrando sus desconchadas verdades.

Estoy solo y soporto mal el olor
de mis cicatrices
viejas heridas nunca sanadas suficientemente.

Estoy solo y necesito abrir resquicios
para dejar escapar mis obsesiones
cinceladas frente al espejo con romas indulgencias.

Estoy solo encadenando miedos
a las sombras enloquecidas
adueñadas de la noche.

Estoy solo y
         prefiero seguir solo
en mi sofá
arañando las horas
con los ojos cerrados.



No hay comentarios:

Publicar un comentario