viernes, 23 de mayo de 2014

rostros sin vida distancia doliente
─paredes blancas de Chibok
como antes de antes como tantos como siempre
se arrodillan abatidos
de todo lo que es abatido sin remedio
misterio de sol en la mirada
luz filtrada de siglos en instantes
historia sin tiempo final sin principio ni final

mientras, clama el mundo gobernado

ninguna razón imaginada demonios soñados
implacable desorden
─ calles blancas de Chibok
manos ensangrentadas yugulares en rojo
y ojos negros sin fondo ni temblor

mientras, sin propósito ni aliento
el mundo engulle la locura

rezos mascullados golpean los labios embrutecidos
una al lado de otra
─ lunas blancas de Chibok
oraciones a las piedras de las manos vacías
suplicando a la noche que mañana
los corderos vuelvan a balar

mientras, me desgarro ¡liberadlas!
                        ─ negros sicarios de Chibok
secuestrad al mundo encadenad mi vida
ellas no tienen culpa de nada

lunes, 19 de mayo de 2014

[VACÍO]

Vacío, vaciado. Descosidas las costuras
por donde se han escapado las últimas bocanadas de verdad
de las pocas verdades que aún me revolvían las tripas.
Se han escurrido, sinuosas, pringosas,
sorteando los embates de la maldita conciencia.

Sí. Ahora me siento liberado.
Ahora puedo señalar sin escrúpulos, ya puedo
arremeter          someter              prometer            …er
sin que el pulso se me altere. Lo he conseguido:
inmunizado al pentotal sódico, encefalograma plano
con mis neuronas amaestradas, mariposas de colores en el test de Rorscharch
cara de idiota ante la pregunta indiscreta
mirada licuada y sonrisa fácil.

Ya soy yo, afuera. Lo difícil es mantenerse.
Ahora sé lo que soy, porque sé lo que no soy, lo que quiero ignorar que soy,
ausencia aprehendida de lo evidente.
Vicio viciado, de mí hacia lo otro, desde fuera, hacia mi dentro vaciado,
líneas de polvo advertidas por la periferia de mis límites.

Más allá, el mundo, que existe mientras esté proyectado desde éste mío
impropio, como el óxido existe en el hierro
como el discurso estéril hollado en la palavra, en la bocal
un mundo a la medida de mis mínimas posibilidades
lejos de pesadillas inútiles. Orwell ya pasó.
Me quedo con el infeliz de Huxley.

miércoles, 14 de mayo de 2014

señas de identidad

enmudecidos altares ojos de cristal dientes herrados
saludan complacidos arrogantes
a la plaza desprovista tibio sol
a la enlosada calle mil veces transitada
a la sombra de la arcada

rostros de piedra y cal vocalizan el silencio
pañería coloreada estrellas barradas
símbolos colgantes idénticos identificativos
sin historia
multiplicados en el esperpento caleidoscópico
yo nosotros lo nuestro qué es sí lo nuestro
ellos no lo suyo nada ingratitud diferencia

no hay palabras ni nadie que las pronuncie
han huido de los labios abultados
de las mujeres veladas que solo miran el suelo
para esconder el recuerdo donde el estigma se abre
el destino ensangrentado la muerte
el hambre de aquella madre

martes, 13 de mayo de 2014

primavera

estadillo de sarampión juvenil
en el verde campo ondulado
terso trigo zarandeado al viento de la tarde

las impúdicas amapolas exhiben carne viva
un trémulo rojo a las inquietas hadas
en su loco vuelo desde la chopera
suspiros de algodón sin rumbo ni destino
no se atreven a tocarlas a mirarlas siquiera


primavera en la garrotxa primavera