miércoles, 9 de septiembre de 2020

De nada

 He buscado la nada

creyendo poder encontrarla

en la profundidad de la noche

nada de mí, nada de nadie

vacío diáfano sin rincones apostados

poniéndole cerrojos a las grises imágenes

fotogramas diluidos de una perezosa película

flotando en la insensibilidad de la piel

hasta hacerla desaparecer

alejándome de mis inútiles reflexiones

de mis sueños

de las persistentes punzadas de mi corazón dolorido.

 

Sí. Lo he intentado y

            sin recuerdos

            sin sensaciones

            sin remordimientos

            sin afectos ni penas

por fin he creído encontrarla:

 

            yo mismo.

Atrapado en el tiempo

 La dulzura del instante nunca

encandiló mi lengua de cristal

atrapada en el momento siguiente

aún no nacido y ya muerto.

No sé cuánto tiempo respiro alquilado

viviendo del revés

cada   [o-t-u-n-i-m]         cada     [a-r-o-h]

cada   [a-í-d ]                      cada    [o-ñ-a]



Tarde-noche en Mas de Poetes. Vilafranca

 

Domingo, 6 de septiembre. Vilafranca. Jardín del restaurante L'Escudella.

Mas de Poetes. Organizado por Ruth Sancho. Micro abierto. Participación junto con Marcelo Díaz.

lunes, 20 de julio de 2020

No quiero pan


El pan ya no viene del cielo
el pan se cubre de cieno
el pan no es blanco no es duro
no es blanco ni ácimo no es negro
no es el premio de trabajo
ni está rebajado de precio
por el perdonador de culpas y deudas
por el dueño del trigal.

No quiero el pan de cada día
ese pan de mi a-tormentado resuello
entre algodones alcohólicos
mirándote en la distancia.

No quiero el pan si me obligas
a vi-vir us-urpando vidas
sepultadas en el lodo.

No quiero oler ese pan si cada día
masti-co vid-as que nunca
encontrarán al amasador maléfico
al hornero bienhechor.

miércoles, 8 de julio de 2020

Me arrastra

Negación de sol en ese falso resplandor emplumado
reviento incubando besos de aire.
Me empujas a la fatiga nerviosa
y no sé qué ha hecho  -desconcierto carnal-
el dueño de todos
un instante antes del turbio restañar.

No saben qué hizo. Tantos.
Yo, tampoco.

No empolló ningún huevo
ni tapó el orificio fecal
con sus manos bienhechoras.

No guardó entre algodones
ningún pétalo solitario
ni dictó la última palabra
vieja letanía salvavidas redentorista.

No…,  pero

me arrastra con su hambre de cielos
y solo encuentro insípidos coágulos
sin poder dar un paso más allá
de la orilla de los inútiles.

Mis pies, ya ruinosos, se han hartado
de cargar con clavos y maderos.

Sin sol, sin noche
mente abolida.

miércoles, 24 de junio de 2020

Ya es verano

YA ES VERANO, lo aseguran
quienes se han hartado
de pronosticar
auroras
tú mismo

¿cuándo podrás comenzar
a contar yoes en los demás?

en tus manos cargadas
de horas sin pausa
con boca de pez errante
has regalado infinidad de negros a
las flores de papel
trasplantadas
a tu jardín estival
donde el lirio intenta hacerse un hueco
entre soplos y lamentos

ya es hora el tórrido sol es testigo
de señalar criaturas
sin obsequios florales
crecer más altos
que nosotros mismos
sobrevolando oraciones
para observar al fondo
más allá de la espesura
                               más allá de las boyas flotantes
                        de las huellas del profeta
el blanco sepulcro de los masticados
                                                 sentimientos

sábado, 13 de junio de 2020

Kenema, Wuhan, yo

Kenema, Wuhan, yo
ayer, siempre.

Mar de muerte
sin rostro
con rostro:
¿dónde el hombre, la mujer, el anciano?


Ayer siempre lejano
abajo,
bajo la piedra
guijarros de vacilación
agujas implacables golpean
la puerta y
vician el aire.

¿Dónde el clamor?
Inmóvil - pudriéndose
olvidado - contagiado.
        
Hoy siempre cercano
aquí
con la mano del esfuerzo solidario y
bajo el lápiz del designio implacable:
ya ha vivido suficiente.

Basta.

¿Quién derrocha la cruda realidad
del silencio irresponsable
de la sandez hecha glosa?

No tengo mascarilla para
evitar la pandemia
de la indecencia.

martes, 28 de enero de 2020

El hormiguero

Los escombros delimitan el poder
suelo conquistado de pueblo sin opciones.

Ha aparecido de pronto
no quiere verla
pero la mira. 
No sabe por qué está allí
de dónde viene
cómo ha llegado.

Está allí
olisqueando la tierra pegajosa
insana
la que no se atreven a pisar
las otras
para no salirse del camino trazado.

Ella es roja
diferente        nerviosa        ridícula
mira suspicaz
quizá con miedo
a las otras
comunes y corrientes.

Se apartan
para retornar al cubil sin demora.
Se ha quebrado la rutina
del hormiguero urbano.

Quién sabe si vendrán más.
Si no desaparece pronto
la fusilará.

Y al anochecer
instalará un vallado.


La verdad es que sí