lunes, 20 de julio de 2020

No quiero pan


El pan ya no viene del cielo
el pan se cubre de cieno
el pan no es blanco no es duro
no es blanco ni ácimo no es negro
no es el premio de trabajo
ni está rebajado de precio
por el perdonador de culpas y deudas
por el dueño del trigal.

No quiero el pan de cada día
ese pan de mi a-tormentado resuello
entre algodones alcohólicos
mirándote en la distancia.

No quiero el pan si me obligas
a vi-vir us-urpando vidas
sepultadas en el lodo.

No quiero oler ese pan si cada día
masti-co vid-as que nunca
encontrarán al amasador maléfico
al hornero bienhechor.

miércoles, 8 de julio de 2020

Me arrastra

Negación de sol en ese falso resplandor emplumado
reviento incubando besos de aire.
Me empujas a la fatiga nerviosa
y no sé qué ha hecho  -desconcierto carnal-
el dueño de todos
un instante antes del turbio restañar.

No saben qué hizo. Tantos.
Yo, tampoco.

No empolló ningún huevo
ni tapó el orificio fecal
con sus manos bienhechoras.

No guardó entre algodones
ningún pétalo solitario
ni dictó la última palabra
vieja letanía salvavidas redentorista.

No…,  pero

me arrastra con su hambre de cielos
y solo encuentro insípidos coágulos
sin poder dar un paso más allá
de la orilla de los inútiles.

Mis pies, ya ruinosos, se han hartado
de cargar con clavos y maderos.

Sin sol, sin noche
mente abolida.