domingo, 30 de junio de 2019

Vol-ando va

pasea su estupor colgado
de un clave de alta tensión
diez mil vol-tios de
vol-untades vol-teadas
lo mismo disparan al ombligo
que revolotean por lo más alto
de campanarios grafiteados
o buscan cobijo desahuciadas
del folio en blanco donde
se esconden las vidas de ayer

vol-untades vol-ubles
que dormitan en el banco de la plaza
recibiendo el último suspiro
de un sol vapuleado
antes de arroparse entre sedas y edredones

vol-untades vol-átiles
guardadas en herméticos frascos
donde los recuerdos saben
a olvidos prematuros disueltos
en años gritados con voces paternales

Malevolencia

la redecilla de fibra óptica cubre su cerebro
no tarda en anudar recuerdos y sospechas
pensamientos negativos
colores oscuros tejidos en grasa marrón
de la que saca su fuerza oculta

la lengua látigo escupe fétidas palabras
que se escurren por la columna salomónica
se instalan en recovecos
sobre cuerdas diagonales
formando el dibujo perfecto
para adornar el infierno engañoso

y cual celestino sin licencia
atrae parejas pingüino      tá-tá      tá-tá
inventadas y puestas en escena
mientras el vómito de su furia se pierde
entre los acordes de U2 y su ordinary love

Día v(a/i)ciado

La mañana se viste con tacón alto
cruza el portal de las horas imprevistas
vende sonrisa de cristal ahumado
y se recrea solaz en los párpados de papel
atisbo del dormido maniquí
envuelto en su mortaja de diario.

Aún deambula en sueños sin dígitos ni aristas
entre los sabidos límites de su soledad arrugada.

            Agitación mínima.

Ya los abre                 ojos de azul glasé
ya se incorpora                      arlequín de exquisito trazo
ya frente al espejo      punto y coma entre paréntesis
ya quiere ser              indulgencia plenaria
            código de barras mirando fijamente a las cabras

-----   va  -----  va  -----  va  -----

La tarde se asoma cauta
arrastrando pantuflas que retrasan el letargo
silencio masticado
no quiere compañía
no quiere adioses ni besamanos
solo la rutina del frigorífico
y el aséptico esparadrapo
de un día vaciado.
Le espera la almohada.



miércoles, 5 de junio de 2019

plástico

Había una vez
                        un barquito chiquitito
                        que no podía   que no podía
                                     navegar 

viajaban en el barquito 
escritores 
con sus bolis de plástico 
que tiraban cuando escribían 
              plástico - plástico - plástico

removían el café en tazas de plástico 
con cucharillas de plástico 
que tiraban cuando estaba fría 
la última gota de dulce resina

arrimaban la nariz
a flores de plástico perfumadas 
con fragancias de loewe

comían peces asados fritos guisados
con plástico en sus carnes
es sus escamas en sus conciencias
que tiraban cuando 
pasaban del intestino a la sangre 
del intestino al mar
del mar a los peces
de los peces al plastimar
para formar el glorioso 
océano glaciar plástico 

                           aquel barquito 
                           aquel barquito
                                   naufragó


                                               5 de junio de 2019. Día del M.A.