sábado, 8 de marzo de 2014


me pregunto

los pasos perdidos, ¿dónde han ido?
la voz no escuchada, ¿cuándo enmudece?
el último aliento, ¿para qué sirve?
la palabra tachada, ¿qué significa?
los puños cerrados, ¿qué guardan?
el recuerdo ingrato, ¿cómo se endulza?
la verdad mutilada, ¿cuánto vale?
la lágrima seca, ¿a quién llora?
la mirada ausente, ¿dónde habita?
el pecado perdonado, ¿cuál es su nombre?
el verso olvidado, ¿quién lo declama?

domingo, 2 de marzo de 2014



Sí, pero


Bajo la diversidad de la nada
                                        o detrás, o entre
un apunte ineludible, recurrente
el pero que inclina la balanza
interrogante de la máscara asomada a la ventana.

Detrás del sentimiento latente
                                         o entre, o bajo
un matiz destiñe la punzada
el pero que remueve la pólvora mojada
estúpido remolque de un sidecar repleto de objeciones.

Entre las sábanas de la condición primera
                                                         o bajo, o detrás
el profiláctico y cauto aguijón
el pero que disuelve néctares de nieve
acólito de largos brazos y estrecha frente.

Siempre un pero, el sin embargo adversativo, conversor
nutrido de sentencias para alimentar hogueras
peros pulidores de distancias.

No obstante. si lo permites, me concedo un paréntesis:
he soñado este poema a través de ahumadas celosías.