Vengo arrastrando la sombra de mis dudas
por atardeceres que me llevan al poniente,
malas hierbas nacidas en rincones
del jardín privado entre magnolias tristes y azahares.
Hierbas que desempañan la mirada
seducida
enmudecen la lengua
acomodada
pellizcan la piel
adormecida
hurgan en la herida
infectada
revuelven el estómago
hinchado y complacido.
Hierbadudas que hunden sus raíces
bajo el cieno de felpudos alfombrados
y se alimentan golosas, con descaro,
de la fértil tierra del cuidado cementerio.
miércoles, 22 de agosto de 2018
martes, 21 de agosto de 2018
Nunca llueve
Una gota de lluvia se pierde
en el aire
sin saber el camino ni la razón
del absurdo desatino
No la quiere el mar
ni la tierra
ni la nube
No la quiere nadie
Gota sin alas temblor de llanto
lágrima seca mariposa gris
que escapa del frío viento
La ha visto el padre que abraza al hijo
la ha visto el hijo que busca al hermano
la han visto cientos agonizando
bajo el rayo atronador. Pero
en el seco suelo de la guerra
nunca llueve
en el aire
sin saber el camino ni la razón
del absurdo desatino
No la quiere el mar
ni la tierra
ni la nube
No la quiere nadie
Gota sin alas temblor de llanto
lágrima seca mariposa gris
que escapa del frío viento
La ha visto el padre que abraza al hijo
la ha visto el hijo que busca al hermano
la han visto cientos agonizando
bajo el rayo atronador. Pero
en el seco suelo de la guerra
nunca llueve
sábado, 4 de agosto de 2018
Adioses
Necesito adioses de segunda mano
olvidados en el desguace del sopor
palabras oxidadas y silencios cosidos al bies.
Algo que suene a las despedidas con eco
en aquellos encuentros de ayer
empeñados en manosear heridas
de ida y vuelta por pasillos extrañados.
Necesito adioses inadvertidos
caminando de puntillas sobre el felpudo dulzón
para abandonar miserias de mi piel embadurnada
despedirme de sucias nostalgias que
labran la cara y siembran recuerdos inertes
encriptar o, si puedo, clausurar definitivamente
el archivo de imágenes guardadas
que pintan de blanco y negro la mirada.
Todo, si es posible, con adioses desconchados.
No quiero gritos.
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