sábado, 20 de julio de 2013

NOCHE DE ESPERANZAS ROTAS



                                                                                 

La hiriente soledad de cuerpos extrañados
deambula a ráfagas por la noche azul
de hielos y puñales.
Silencio y huida. De trecho en trecho,
la macilenta luz de las farolas alumbra
el pequeño ejército de insectos enloquecidos.

Nadie busca a nadie, todo ha quedado
definitivamente interrumpido.

El filtro de la emoción superada ha empequeñecido
la silueta del galán, único superviviente.
Transpira el ácido olor a pasados devaneos,
asépticos perfumes, cuando la cita segura auguraba
otros horizontes, rectángulos de amor,
juegos de rostros en espejos olvidados.

Diez… once… doce…

En la penumbra del portal acechado
una breve ilusión aletea por fin los sentidos demasiado aletargados.
¡Ay, Diego! Vana ilusión.
¿No ves que tu oportunidad murió
el último cumpleaños?

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