jueves, 25 de julio de 2013


De repente, la noche
negra, terrible, ciega, sin límite.

Espanto, angustia de hierros y de gritos,
muerte de vidas, muerte de luces,
muerte de tiempos, muerte de todo:
muerte, muerte, muerte.

Caras, espasmos, silencios.
¿Qué hay detrás de cada lágrima?
¿Qué tras cada ronco tañido hiriendo el aire?

Nombres, historias, recuerdos.
Hasta la tórtola agoniza
en su zureo de plomo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario