miércoles, 8 de julio de 2020

Me arrastra

Negación de sol en ese falso resplandor emplumado
reviento incubando besos de aire.
Me empujas a la fatiga nerviosa
y no sé qué ha hecho  -desconcierto carnal-
el dueño de todos
un instante antes del turbio restañar.

No saben qué hizo. Tantos.
Yo, tampoco.

No empolló ningún huevo
ni tapó el orificio fecal
con sus manos bienhechoras.

No guardó entre algodones
ningún pétalo solitario
ni dictó la última palabra
vieja letanía salvavidas redentorista.

No…,  pero

me arrastra con su hambre de cielos
y solo encuentro insípidos coágulos
sin poder dar un paso más allá
de la orilla de los inútiles.

Mis pies, ya ruinosos, se han hartado
de cargar con clavos y maderos.

Sin sol, sin noche
mente abolida.

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