sábado, 10 de octubre de 2015

EN UN LECHO DE HOJAS TIERNAS

[Poema leído en la boda de mi hija, Laura,
el 10 de octubre de 2015]



Cuando la palabra titile evanescente
dibujando la huella en la nube,
desatando el lazo de arena
y el silencio abra espacios de innombrables deseos;
cuando la piel insinúe el color del templado otoño
y el corazón busque un hueco entre pálpitos de miel;
cuando el calor ya no baste para invocar el refugio
del cuerpo, de los días de sonrisa,
de la memoria en azul,
escuchareis el eco de voces desvanecidas,
callados signos de pretéritos conjuros,
el fluir de ríos mansos por cauces ya sabidos
lamiendo heridas con flores disecadas.

Y tú y él, y el río y la palabra
desnudareis el enigma de la oscuridad perpleja
y a ciegas os hundiréis en un lecho de hojas tiernas.

Cuando el índice vuele con la mirada perdida
y dibuje etéreos trazos de voluntad fermentada,
cuando el paso se acelere en el camino de nada
y la sombra ya no sea sombra,
sino charco o contraluz;
cuando la mirada intuya el frenesí inconsecuente
y el jadeo secreto de pájaros en desbandada,
susurrareis cantares de tibios alientos,
aromas temblando en filos de escarcha,
batir de alas en concavidades ciegas.

Vosotros, tú y él, la sombra y la mirada,
arropareis el número de la esperanza ciega
y yaceréis saciados en un lecho de hojas tiernas.



                                                                                  
                                                                                  

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