2009
es el Año de Darwin, pues hace unas semanas se conmemoró el bicentenario del
nacimiento de este sensacional científico y el 150 aniversario de la
publicación de su obra emblemática, “El origen de las especies”. Su teoría de
la evolución de las especies por selección natural es una de las teorías
científicas más importantes de la historia.
Fue, en un principio, fuertemente cuestionada por las implicaciones religiosas
que conllevaba y, después, ampliamente aceptada., aunque en la actualidad
constantemente se presentan grupos ultrarreligiosos que la rechazan basándose
únicamente en los textos bíblicos.
Desde el lado digámosle evolucionista, una de las modernas corrientes
divergentes es la encabezada por Dawkins, el cual plantea otra manera de ver la
evolución darwiniana, no tanto desde el punto de vista de las especies sino de
los individuos y, en última instancia, de los genes, los cuales, de un modo
egoísta, generan máquinas de supervivencia. Sinceramente, creo que Dawkins
tiene razón y, como él mismo dice, si Darwin viviera también lo creería.
El dato lo podemos ver en esos individuos que se adaptan, modifican las formas
de expresarse, de pensar y de actuar, que evolucionan, como máquinas de supervivencia,
para medrar políticamente según el guion que más les conviene. Aunque actúan
como miembros de un grupo, su acción se muestra siempre diferenciada. Según
estas mismas teorías, su evolución va acompañada de un proceso de adecuación al
entorno, utilizando tácticas de camuflaje para no delatar groseramente su
verdadero pelaje. Sólo en determinados momentos de necesidad se presentan tal
cual son mostrando su lado más instintivo.
Esos momentos de esplendor coinciden en los políticos del PP cuando se tocan
ciertos temas, esos temas en los que hay que mojarse, como, por ejemplo, todo
lo referente a la memoria histórica, a nuestro pasado reciente, a la dictadura
franquista y al restablecimiento de la dignidad a una parte de la población.
Entonces ya no valen carantoñas: al pan, pan y al vino, vino.
¿Quién hubiera podido decir hace unos pocos años que el concejal Vicent Sales o
la concejala Marta Gallén iban a evolucionar hacia estos planteamientos
filofranquistas como los que hemos podido observar en sus artículos? Quieren
camuflarse con argumentos vacuos, como que no son temas que importan; que lo
pasado, pasado está; que santa Rita, rita, rita, medallla que se da no se
quita.... o con insultos a sus opositores.
¿O será que la evolución les viene por contagio? Siempre se ha dicho que el que
va con un cojo, al año cojea y al siguiente se tambalea. Y en ese grupo los hay
que no han evolucionado, que son así de toda la vida, pues en sus genes
egoístas tienen marcado a fuego su santo y seña. (Al señor Mulet, de tanto
repetir que Franco ha muerto, se le escapó una lagrimita...
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