Y
también muere, cuando la necesidad, la codicia, el atrevimiento asociado a la
ignorancia o la desmesura le incita a engullir el cebo mortal. La boca, por la
que respira, se alimenta y se comunica, es, en todo caso, un órgano vital.
También lo es para el resto de los mortales y, cómo no, para la interacción
social de las personas y los grupos.
En boca cerrada no entran moscas, dice el refranero; quien más habla, más
yerra, aseguran también los que prefieren la callada por respuesta. Es cierto
que el comedimiento verbal es preferible a las andanadas vociferantes, pero la
comunicación es requisito ineludible de la convivencia.
Hay quien se encierra en un hermético silencio, sin escuchar a nadie salvo sus
propios ruidos, sus propias verdades y sus propias falsedades, caminando hacia
un autismo irreversible, creyéndose único depositario de unos valores
irrenunciables que deben imponerlos a los demás, incluso por su bien. En
política, estas actitudes son propias de gobiernos sustentados en mayorías
absolutas, reacios a admitir voces discordantes, sin darse cuenta que la
legitimidad democrática no es sinónimo de infalibilidad.
En 1991 el PP accedió a la alcaldía de Castellón con mayoría absoluta, la cual
se ha ido manteniendo hasta la actualidad. Son casi 19 años de mayorías
absolutas que han ido urdiendo una forma de hacer política que elude sistemáticamente
el diálogo político, sustituyéndolo por la relación paternal y populista con
los ciudadanos, a través de grupos interpuestos y redes de interés.
El PP sólo admite el aplauso complacido o el silencio sumiso. Le enoja la
crítica de los discrepantes, a quienes no le reconocen la dignidad de tener voz
propia, aunque sea equivocada. Tal es su soberbia, para enmascarar sus
debilidades y carencias.
La sociedad de Castellón necesita de diálogo, que significa, en palabras de
Claudio Magris, ponerse en tela de juicio; luchar por las ideas de uno, pero
estando dispuesto, en principio, a dejarse convencer, si las tesis del
adversario resultaran lógicamente más fundadas y humanamente más auténticas.
Diálogo para el consenso en los temas que más preocupan a la ciudadanía, que en
nuestra ciudad no son pocos.
Por eso suscribimos la petición de la oposición en el Ayuntamiento para llegar
a un acuerdo sobre los temas cruciales, más allá de conveniencias partidistas,
en estos momentos de graves dificultades en la gestión municipal y en el
desarrollo económico de la ciudad.
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