martes, 3 de abril de 2018

El lago verde

Crecen las imágenes en el lago verde
cuando se presenta sin maquillaje
con ropa de diario
la imposibilidad de seguir cantando
el bobo engaño repetido,
la certeza de incumplir la promesa solemne
firmada con pluma de ganso
ante los ojos perezosos de los zafios y golosos.

Imágenes oscuras de confesionarios vacíos
en templos sumergidos,
imágenes de montañas jamás escaladas
apuntando al cielo,
imágenes de caminos alfombrados
donde crecen cristales rotos, donde se derrama el vino,
imágenes de sombras, yo entre ellas,
que miran al sol a través de celofanes negros.

El lago siempre
el lago aquí.

Nadie es nada sin el lago
quieto por fuera,
espejo mudo de ángeles invisibles,
a la espera de las tentaciones del tedio de vivir
que llaman al agua cada tarde de domingo.



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