La
lengua es algo vivo, dicen los lingüistas; crece y se transforma adaptándose a
los aconteceres del espacio donde se desenvuelve, sirviendo de vehículo y
soporte de las nuevas realidades.
En ocasiones, los movimientos culturales y los avances tecnológicos han sido
los referentes de estos cambios; en otras, son los medios de comunicación y la
actualidad política y social los acuñadores de la regeneración.
Los acontecimientos políticos de estas últimas semanas han sido tan tumultuosos
que, cual mar embravecido, han arrojado a la costa residuos en forma de
términos y frases que nos hablan de batallas, quizá de naufragios. Algunos son
nuevos; otros son viejos vocablos que resurgen ampliando el campo semántico
inicial.
Sirva también, humildemente, este blog para poner al día
nuestro vocabulario, con una sección que iniciamos hoy y que iremos ampliando
al ritmo de las mareas.
“A dedo”. Aplicado normalmente en
los procedimientos de la administración pública, dícese de la actuación del responsable
político que adjudica un puesto de trabajo o un contrato saltándose los
principios de legalidad, tales como la información pública, la libre
concurrencia o la igualdad ante la ley. Todas estas actuaciones tienen un
interés concreto, manifiesto o no, y se dan con mayor asiduidad cuando se
concitan la falta de ética política, la ausencia de controles y la presión por
intereses espurios de particulares.
Ejemplos sonoros son: el nombramiento del hijo de Font de Mora en un puesto de
la Ciudad de la Justicia; la adquisición de esculturas en Castellón, o el
contrato a Orange Market por parte de Vearsa, del conseller Blasco, de una
campaña de sensibilización de más de 168.000 euros.
“Foto-fuerza”. Recurso mediático
utilizado por el PP para arropar al líder, en un intento de diluir
responsablidades individuales en el grupo. Supuestamente originario del entorno
valenciano, obliga a todos los presentes a salir en la foto en la actitud
adecuada, bien con rostro compungido o en exultante aplauso, de tal forma que
si alguien no sigue el patrón es inmediatamente eliminado (de la foto). Tiene
su origen en las teorías psicológicas que explican los beneficios de los
comportamientos gregarios o de pertenencia, pero tiene como contrapartida que
quien observa la imagen de conjunto puede también visualizar los componentes y
exclamar maliciosamente: “¡Cómo no, éste también está!”
Puede verse este tipo de foto-fuerza con ocasión de comunicados más o menos
recientes: Rajoy con toda su plana mayor, Camps con su gobierno o las fuerzas
vivas del PP provincial con Fabra al frente.
Próxima entrega:
“Mojarse”
“Obsceno”
“Poner la mano en el fuego”
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