jueves, 24 de septiembre de 2009

PERDÓN. ¿LA JUSTICIA? - ENTRANDO, A LA DERECHA

Solemnemente se ha iniciado por las altas instancias el nuevo Año Judicial, con su habitual balance del curso pasado y sus intenciones para el porvenir. El repaso ha puesto el acento en los conflictos profesionales aún no superados, en las injerencias no recomendables, en el clima de corrupción que impregna nuestra sociedad y en las incertidumbres que abre el próximo Plan de Modernización del gobierno.

¿Cómo habrá valorado la derecha de nuestro país este pasado año judicial? Es posible que lo hayan tildado de ‘annus horribilis’, y es posible también que algunos piensen, conforme pasen los meses, que ha sido una perita en dulce. Mucho tajo hay, pero no sabemos hasta dónde llegará la marea. Como poco les dará algunos quebraderos de cabeza.

La derecha, representante per se de los poderosos, de los que se han tenido por derecho de cuna como ungidos para administrar justicia, en democracia mantiene con ella una relación interesada, un matrimonio de conveniencia. Cuando le es posible, la manipula y dirige, y cuando no, la vapulea o la desprecia.

La justicia – así rezan los manuales – es lo único que le queda al que otra cosa no tiene. Vaga ilusión. Más bien la justicia es como tela de araña, que sirve para que se enreden en ella presas menudas, pero no las grandes, las poderosas. ¡Cuántas veces hemos visto cómo estos poderosos la han apartado de un manotazo! Han salido del trance únicamente con algunos incómodos hilachos que se han quedado pegados desluciendo su traje.

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