El pan ya
no viene del cielo
el pan se
cubre de cieno
el pan no
es blanco no es duro
no es
blanco ni ácimo no es negro
no es el
premio de trabajo
ni está
rebajado de precio
por el
perdonador de culpas y deudas
por el
dueño del trigal.
No quiero
el pan de cada día
ese pan de mi a-tormentado resuello
entre
algodones alcohólicos
mirándote
en la distancia.
No quiero
el pan si me obligas
a vi-vir us-urpando vidas
sepultadas
en el lodo.
No quiero
oler ese pan si cada día
masti-co vid-as que nunca
encontrarán
al amasador maléfico
al hornero bienhechor.
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