La línea ávida de alientos
se acerca a la verdad atrapada
entre realidades exhaustas
contrapesos de excesos y de ayunos
nunca satisfechos.
Dónde la verdad en el banquete
de muertos de hambre
escuálidos hipocampos escurridos
por agujeros sin fondo.
Brinda con trapos arrugados
la voz errada creyendo
bucear en la certeza líquida,
levantan su copa agrietada
entusiasmados faunos de orejas tiesas
cuando quieren conciliar su verdad
con manifiestos equívocos.
Después de tantos siglos
nació en un suspiro la posverdad.
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