Inopinadamente, sin mayor apuro
transito por el mercado de la memoria
y me encuentro cómodo, arropado, húmedo.
Aquí hay puestos variados para
vender con manos sucias y
mucho predicamento mercancías
sin HISTORIA ESCRITA CON MAYÚSCULAS.
Yo mismo puesto en venta también
puedo ofrecer mi yo usado
manipulado
gastado
exprimido
rodado
a un precio asequible
a convenir
para labores de riesgo:
retrasar
la hora
desplegar banderas
insultar en voz baja
buscar imperdibles
argumentar falacias
llorar quimeras
afilar mondadientes
emborronar mapas
Entrañable mercadillo de ocasión
a la salida de misa
para pájaros bicolores henchidos de bondad.
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