señas de identidad
enmudecidos altares ojos de cristal dientes herrados
saludan complacidos arrogantes
a la plaza desprovista tibio sol
a la enlosada calle mil veces transitada
a la sombra de la arcada
rostros de piedra y cal vocalizan el silencio
pañería coloreada estrellas barradas
símbolos colgantes idénticos identificativos
sin
historia
multiplicados en el esperpento caleidoscópico
yo nosotros lo nuestro qué es sí lo nuestro
ellos no lo suyo nada ingratitud diferencia
no hay palabras ni nadie que las pronuncie
han huido de los labios abultados
de las mujeres veladas que solo miran el suelo
para esconder el recuerdo donde el estigma se abre
el destino ensangrentado la muerte
el hambre de aquella madre
No hay comentarios:
Publicar un comentario