martes, 25 de febrero de 2014


Camaleón

En el tiempo sin horas de la noche
se licúa la verdad, la que no es mía,
y diluyo en el vaso del adentro
el teatro melodioso, paisaje de estación locura.

Las víctimas, siempre víctimas,
asisten invocando sus adioses,
mareas de dolor, reflujos en espanto,
y lamen insistentes mi frente encallecida.

Las percibo intuyendo el verso, me reclaman
palabras de espuma entre algodones;
mas mi sueño las desplaza, las engulle,
las reviste con túnica y coturnos, invitándolas al juego de la farsa.

Luego, la danza es rito,
el rito es paso,
el paso es humo.

Cuando los reflejos del amanecer colman
el estanque gris de la soledad agradecida,
nuevamente recluido en mi emboscada,
arrobado de diezmos bien pagados,
cierro el círculo de la conciencia vana
y el reptil renueva su textura.

domingo, 16 de febrero de 2014

ORACIÓN PARA IRSE A DORMIR




Me miras.
Sé que me observas
desde el otro lado del neurótico escalofrío
más allá del ácido vaho que empaña la conciencia,
distante e íntimo, diletante y difuso,
obstinado y tenaz desde tu púlpito enervante.

Pastor alado, lázaro sagrado,
cuida que mi sombra no adelante al paso.
Demonio de la guarda, indulgencia impía
no me dejes solo ni de noche ni de día.

Si tullido estoy, tumefacto, sangriento,  
reventado el corazón por los zarpazos del viento,
sin ti, ángel mío, las heridas se infectan con mi aliento.

Si la hoz de mi destino saja el costado mísero
y la carne, sin techo ni mortaja, deja ver las úlceras llagadas,
sin ti, rabadán mentor , el hedor  del grito traspasa el muro.

Si mi negra voz se desgarra en la alambrada,
y la esperanza rota se ahoga en un mar de cieno,
sin ti, timonel seráfico,  el aullido se hace puño.

Si la extraviada oscuridad me ciega
y a tientas los pasos alcanzan el fondo de mi celda,
sin ti, prudente guía, se desboca el silencio de mi nombre más temido.

Si la desazón, la soledad o el miedo hunden sus colmillos en mi vieja piel,
si el insaciable discurrir se torna viscoso y lento , si no hay vigilia ni sueño,
sin ti, grande y profético hermano, se desboca mi monstruo dormido.


Por eso te pido, demonio de la guarda, indulgente boche,
no me dejes solo ni de día ni de noche.

jueves, 13 de febrero de 2014

Silencio


Reivindico el silencio
                el    si     len       ci         o
 





el silencio que escucha
el silencio que contempla
el silencio complacido
el silencio que humaniza
el silencio reflexivo
el silencio que comparte
                          el que espera
el silencio de otro silencio

                el    si     len       ci         o
 





ante la palabra vana
tanta palabra ruido
palabras huecas, de quita y pon
palabras escombro
para llenar los vacíos.

Basta de palabrería
me quedo con el silencio
 

                                                           

domingo, 2 de febrero de 2014

HAY OTRA POESÍA




¿la lamedora de palabras que suspiran leche fermentada?
                                               esa no, hay otra
¿la que juega con placebos en mentes encandiladas entornando los ojillos?
                        esa tampoco, suena a lo mismo
¿la que se escucha a sí misma, mito interrumpido, bocanada de humo, pasión de escaparate?
                                                           no insistas, hay otra
¿la que busca en las estrellas artificios impares, malabares egocéntricos, sinónimos desplazados?
no, aunque lo parezca
                                   la del muñeco de nieve, del pájaro azul y el manto de terciopelo?
yo te digo que hay otra poesía    
      
            la licuadora de escarchas, quizá…
            la cómplice de soledades…
            la hurgadora en ausencias…
            la suplicante de afectos…
            la de la ruptura equidistante entre el signo y la nada…
            la escrutadora de sombras en largas noches sin luna…
            la transportadora de sueños vestidos con ropas de papel satinado…
mas no, te digo que hay otra
                                                           hay otra, que yo llamo… poesía

Cuadro de texto: * gracias, Pachecouna inmensidad escuálida que gira voraz de eternidad, que codicia el universo para hacerlo mío, tuyo y de todos, mientras una bandada de albatros cruza el océano, átomos danzantes en el gran viaje austral; una palabra que está por decir *, instalada en la memoria.

* gracias, Pacheco