Con el
señuelo de buscar trabajadores, algún avispado del PP, de los que mandan, dio
con los teléfonos de 39 sudamericanos y, llegado el momento oportuno, fueron
concitados.
Primero les dijeron que acudieran al paque Ribalta, que iban a ser contratados
en alguna de las muchas obras que se realizan en la ciudad con los fondos del
plan Zapatero. Y alli acudió el nutrido grupo de sudamericanos con sus familias
ansiosos de tener un contrato, aunque fuese de seis meses, pues el paro está
agujereando los bolsillos.
Sin embargo, el enlace, un señor de Burriana con muchas maneras y buenas dotes
para el trato, les dijo que lo del contrato vendría después, pues debían ir a
Valencia a la plaza de toros. Los sudamericanos, muy aficionados ellos a las
corridas, a la capital se fueron, a ver la faena de unos diestros bien
conocidos: Rajoy, Camps y Fabra, con sus respectivas cuadrillas y vestidos con
trajes de luces de impecable hechura. Llenaron dos autobuses y participaron en
el récord de asistencia que han proclamado en el PP.
Aunque los argumentos de los morlacos no fueron nada del otro jueves, la
corrida fue divertida y los diestros (porque son de la derecha) fueron
aclamados y salieron a hombros. Los ilusos sudamericanos, ilusionados,
volvieron a casa creyendo que les esperaba a cada cual un flamante contrato.
No fue así y han tenido que esperar... hasta que esta persona de Burriana,
pasadas las elecciones, les ha respondido que no le interesan sudamericanos, ni
colombianos, ni moros, ni mucho menos negros; sólo necesitaban españoles para
este trabajo.
Así de corridos se han quedado.