jueves, 22 de febrero de 2018

A remar

¡A remar, a remar!
¡Siempre remando, ése es mi lema!
le dijo el galeote al quijano
manos y pies encadenados
atado a la cuerda de presos.

—¿Y si te libero?—
        le respondió el loco.

—¿Eres tú más libre
prisionero de tus ideas?
¿Adónde iré sin mi remo?—
        le espetó el condenado con desprecio.

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